La actividad comunitaria se intensifica este año, aunque básicamente hacia adentro: reuniones de integración, conversatorios, celebraciones, jornadas de trabajo para mantenimiento de la Casa. Hay un repunte de la participación de comunos en las actividades. Sin embargo, el compromiso con la realidad parece olvidado, involuntariamente dejado de lado. A pesar de mantenerse la coordinación con las instancias de la Congregación, la participación efectiva de comunos en eventos "externos" a la Comunidad se reduce. Es particularmente preocupante el hecho de tener que suspenderse las misiones a San Juan del Oro y Ayaviri, entre otras razones por la falta de participantes disponibles. La Pastoral consiste este año básicamente en el Programa de Primera Comunión y una sencilla celebración de Navidad en el P.J. de Laderas del Río Chillón.
Un fenómeno inusual se genera cuando desde un correo anónimo bajo el nombre de Ostentación Ortiz, un grupo de comunos inicia un compartir virtual que genera suspicacias y cuestionamientos, pero también un intenso compartir que culmina en una reunión comunitaria semejante a una asamblea. Si una cosa queda clara a partir del evento, es que la gente tiene mucho más que compartir y aportar de lo que ha venido demostrando. En su informe final, el Coordinador General anima a todos a hacerlo abiertamente.
