El proceso de adultez de la mayoría de miembros hace que situaciones como matrimonios, viajes por estudios o trabajo, fallecimiento de familiares, cambio de trabajo, etc. sean cada vez más frecuentes. Los grupos de reflexión en general tienen cierta estabilidad en sus reuniones y, por primera vez, aparece un "espacio abierto de reflexión" para que asistan los comunos sin grupo; este espacio irá dando lugar al grupo ERA.
Mariella Barton y Juan Carlos Townsend asumen por dos años el rol de Asesores Laicos de la Comunidad. La Junta de Asesores se fortalece mucho en su rol, acompañando a cada asesor en su trabajo de seguimiento de los grupos, y aportando cada vez más a la reflexión y formación de la Comunidad. La articulación de los materiales de formación para grupos de Iniciación son un buen ejemplo. Por otro lado, la Junta de Coordinadores se fortalece también, asumiendo la dirección de todas las áreas de la Comunidad, incluso la económica.
El interés por los asuntos eclesiales y sociales es palpable. La Comunidad participar en un celebración del Quipu de la Memoria y, a partir de ello, en actividades con otros grupos. Hay conversatorios y fórums sobre estos temas, con el respectivo debate interno. En cuanto a la pastoral, se mantiene básicamente en la Confirma y algunas "misiones" puntuales a zonas necesitadas. El acento que el Coordinador pone en la importancia de la formación, por otro lado, va calando sobre todo en los comunos adultos, que van buscando cada vez más espacios de estudio social y teológico
