El año se inició con entusiasmo y expectativas, formándose numerosas comisiones a partir de la Asamblea de enero. Un curso de formación teológica en el verano congregó a la mayoría de los jóvenes y hubo un par de "miércoles culturales" que, sin embargo, pronto dejaron de ser programados. Finalmente resultó un año difícil para la vida comunitaria, en especial para la pastoral. Con dificultad se pudo asumir un pequeño programa de Confirmación en el colegio San José de Monterrico, gracias al esfuerzo de los jóvenes del grupo Sinergia que, sin embargo, terminaron cansados y algo desalentados. Una pequeña presencia lúdica con los niños del A.H. Brisas de Villa fue la única actividad formal en sectores populares. El número cada vez mayor de comunos casados, con hijos y con responsabilidades laborales fuertes, así como la exigencia cada vez mayor en las universidades, fueron factores que afectaron la participación en la vida comunitaria. Aunque la mayoría de grupos mantuvo un ritmo adecuado, a otros le resultó más difícil. A finales del año, el grupo Maranatha se disolvió. Lo mismo pasó con el joven grupo "Generación 2009". El grupo de Iniciación culminó el año en medio de dificultades para reunirse sus pocos miembros, con lo cual las filas juveniles en la Comunidad quedaron muy reducidas.
La Junta de Asesores tuvo poco funcionamiento y de hecho se reunió apenas dos veces en el año. En cambio, la Comisión Ejecutiva permitió que la Comunidad se pronunciase oficialmente ante dos asuntos públicos: la condena injusta al blogger José Alejandro Godoy y el caso del Hermano de La Salle Paul McAuley. La SubCoordinación, por otro lado, formó un "equipo de SubCoordinación" con el que se lanzó con fuerza a renovar la casa (muebles, cocina, paredes, etc.) y bajó la Capilla al primer piso, más accesible para todos. Se contrató por primera vez a una secretaria no comuna, Marisa, quien rápidamente se adaptó al ritmo de vida de la Comuna. El vínculo con la Congregación (a través de la Rama Secular, a la que se incorporaron cinco comunos, y de la Comisión de Pastoral Juvenil) y con la Iglesia (vía la Mesa de Movimientos Laicos) se mantuvo adecuadamente. La muerte del Hno. José Kuwae -quien fue asesor de la Comunidad durante dos años- y de Mons. Albano Quinn, fueron recibidas con tristeza por todos. .
