Luego de ocho meses de estar sin local, la Comunidad volvió a instalarse en el que fue su casa por 11 años: la capellanía del Colegio Belén (también conocida por las Hermanas como "el Palomar" o "el Chalet San Joaquín". Diecinueve años habían pasado desde que dejamos ese sitio para ser acogidos por Juan en su casa de la calle Rio de Janeiro.
El día sábado 25, un pequeño pero entusiasta grupo de comunos estuvo sacando las cosas del sótano que nos habían prestado las Hermanas; limpiando y desinfectando todo de la gran cantidad de hongo y humedad que se habían acumulado en cada mueble, cada libro, cada adorno. Tomó muchas horas cargarlo todo hasta el chalet San Joaquín e ir poniendo cada cosa en el que sería su lugar. Pero finalmente la Casa estuvo lista para tener su primera misa.
Correspondía la fiesta de Cristo Rey y la primera lectura hablaba de Dios como el pastor "que recoge a sus ovejas dispersas". Para varios fue emocionante volver a esa casa. Para otros, fue descubrir un sitio nuevo en que, no obstante, se reconocía la Comuna. Gastón dio la bienvenida a este nuevo tiempo como comunidad.
