Cunas Salvadoras, Huelga Magisterial y el Mito de la "Nación Cristiana"

Autor: 

Guillermo Flores Borda

Un amigo me preguntó si podía ayudarle a encontrar una iglesia evangélica cerca a su casa. Cuando le pregunté cómo se había convertido de la noche a la mañana, me respondió: “he decidido que quiero ser congresista”.

La sinceridad de mi amigo es extremadamente inusual, pero su estrategia política no tanto. Auto-definirse como “cristiano” u opinar contra la presunta "ideología de género" está permitiendo a algunos tener una presencia pública que no tendrían de otra manera.

Existen numerosos versículos que establecen la misericordia, paciencia, humildad, mansedumbre, búsqueda de justicia y construcción de paz como los valores del Reino de Dios, reflejados en actos como dar de comer al pobre, atender al migrante y cuidar del huérfano y la viuda. La proclamación del Evangelio y una vida que refleje tales valores son los rasgos principales del cristianismo bíblico.

Los primeros cristianos comprendían que el éxito de la evangelización dependía de que su vida comunitaria muestre el amor, la justicia y la santidad de Dios. Según el obispo copto Samuel de Cairo, nuestra comunidad creció en Egipto gracias a que los bebés abandonados en las calles eran recogidos diariamente por la iglesia local para amamantarlos y criarlos como sus hijos. Siendo una minoría oprimida y pobre, nuestra comunidad cumplía con su obligación bíblica de cuidar del huérfano no a través del mero apoyo a propuestas como “Cunas Salvadoras”, sino a través de su propio sacrificio.

Asimismo, la Carta a Diogneto señala que los primeros cristianos “comparten su mesa (…) obedecen las leyes y las superan por mucho con sus propias vidas; (…) son pobres, pero hacen a muchos ricos (…). Para resumirlo todo, lo que el alma es al cuerpo es lo que son los cristianos en la ciudad.” ¿Podría decirse hoy que la iglesia es el “alma de la ciudad”?

Actualmente estamos fusionando el verdadero cristianismo con ideologías extrañas, cayendo en lo que George Marsden llama “la tendencia de los cristianos a olvidar que su propio entendimiento del cristianismo es un producto cultural”. Este “cristianismo cultural” no está basado en verdadero conocimiento teológico, sino en un falso orgullo cultural “pro-vida” y “pro-familia”.

Asimismo, la comunidad evangélica ha fallado en construir un verdadero testimonio “pro-vida”, que no sólo se oponga al aborto del no-nacido, sino que también promueva políticas públicas que permitan que el ya nacido pueda vivir dignamente. Para lograrlo, la comunidad evangélica debería mostrar su aprecio por toda vida marchando en defensa de la dignidad del pobre, el niño, la mujer e, incluso, el homosexual.

Por otro lado, ¿es posible sostener que portamos la verdad si compartimos información falsa, insultante o difamatoria de páginas como “ConMisHijosNoTeMetas”, “Movimiento Vida y Familia” o “LaVerdadMeHaráLibre”?

Deberíamos cuestionarnos si es posible compartir un Evangelio que proclama amor al prójimo luego de haberlo llamado maricón, LGBTita o feminazi. Asimismo, divulgar información falsa también es mentir y tentar a otros a mentir con nosotros. Al no corroborar su veracidad, mostramos que no estamos tan preocupados como decimos en si la información es verdad, en tanto nos ayude a desautorizar a quien vemos como un enemigo ideológico.

No desacreditemos nuestro mensaje mostrando más preocupación en ganar una discusión y obtener poder político que en predicar el Evangelio, como si la defensa de rasgos culturales fuera más importante que la salvación del prójimo al que decimos amar. Tampoco interpretemos como persecución al Evangelio lo que sólo es una ofensa a nuestro orgullo personal.

La existencia de una mayoría de personas que se auto-identifican como cristianos no hace del Perú una “nación cristiana”. El “cristianismo cultural” que busca imponer rasgos culturales por la fuerza siempre será mayoritario, pero quienes representen los valores de amor, justicia, santidad y auto-sacrificio de Cristo con sus propias vidas siempre serán una minoría.

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**Tomado del blog "El Profeta" - Un grupo de evangélicos comprometidos con la justicia y misericordia de Dios en la esfera pública