Javier Coello

Javier Coello Guevara

Javier Coello Guevara nació en Lima el 29 de noviembre de 1975. Estudió con los padres jesuitas en el Colegio de la Inmaculada, donde germinó el él una fe profunda y una actitud pensante y proactiva. Desde sus años escolares mostró su disposición al servicio, su actitud crítica y con iniciativa, su buen humor y optimismo, su sencillez y solidaridad. Estando en 5to de Secundaria, fue presidente del Consejo Estudiantil de la Inmaculada y, junto con otros presidentes y colaboradores de los llamados Colegios Amigos, formaron un núcleo de acción muy activo. Luego de terminar el Colegio, él y varios de aquellos compañeros de Consejos Estudiantiles entraron a la Comunidad Héctor de Cárdenas formando el grupo Tinkui Marka.

Luego del colegio, Javier ingresó a la Universidad Nacional Agraria La Molina, donde impulsó y participó en múltiples iniciativas solidarias (incluyendo las brigadas universitarias). Posteriormente, continuó estudios de post-grado en la Universidad de Reading en Berkeley, Inglaterra. Trabajó en diversas instituciones como Practical Action y Solidaridad Network, aunque también fue un entusiasta participante en diversos proyectos de promoción humana. Investigador y profesional comprometido, tuvo enormes aportes al mundo, como el que significó la publicación del libro “Opciones para la producción y uso del Biodiesel en el Perú”, o bien el programa de energía renovable que benefició con servicio eléctrico a 30,000 personas de los Andes Peruanos y que recibió el premio Ashden para Energía Sustentable de manos del ex vicepresidente estadounidense Al Gore y el Príncipe Carlos de Inglaterra; ambos proyectos desde la ONG Soluciones Prácticas.En la vida comunitaria, Javier marcó a muchos comunos de su época por su testimonio de vida, su preocupación por la realidad nacional, y su optimismo y generosidad. Fue, además, entusiasta promotor de que nuestros Estatutos se fueran adaptando a los tiempos... y un excelente moderador en nuestras a veces intensas asambleas. Junto con los Tinkui, asumieron el proyecto de planificar, crear y mantener durante varios años la academia preuniversitaria Damián de Molokaï, misma que abrió la posibilidad de un futuro profesional (en esa época impensable) a los jóvenes de La Ensenada.

Como escolar, como universitario, como profesional, Javier jamás dejó de estar al servicio de los demás con la mayor sencillez, con la más natural alegría. Aportó mucho al mundo desde su profesión, con investigación y con proyectos; pero además no dejó nunca de meterse en cuanta oportunidad se le presentaba para ayudar a otros. Fue además sencillo y perseverante en su fe; era un seguidor convencido de Jesús y, como buen inmaculado, tenía como maestra a María. Vivió su enfermedad -el cáncer- con discreción, paciencia, buen humor... y, en sus palabras, "dejándome llevar por todo el cariño que me rodea". En su último año, se casó con quien ya había sido antes su enamorada y compañera de mil y un locuras solidarias desde los años de los consejos estudiantiles y el grupo Tinkui Marka, Inés Kudó, viviendo lo suficiente para compartir con ella la alegría de saber que iban a ser papás. Partió al encuentro con el Padre el sábado 27 de julio de 2013, rodeado de su esposa, familia y amigos más queridos.