Posición del Arzobispado de Huancayo ante la situación que vive La Oroya

Autor: 

Mons. Pedro Barreto Jimeno, arzobispo de Huancayo

Ante la situación apremiante en La Oroya, el arzobispo de Huancayo, Mons. Pedro Barreto s.j., ha emitido un pronunciamiento, el mismo que compartimos a continuación.

1 . Vivimos actualmente, en la ciudad de La Oroya. un grave e histórico problema laboral y socio ambiental que si no se soluciona de manera adecuada afectará gravemente la vida de las personas y de las generaciones futuras por nuestros irresponsables retrasos.

2. La Iglesia está preocupada por la grave disyuntiva que se plantea ante el futuro del Complejo Metalúrgico de La Oroya (CMLO). Por un lado la calidad de vida de las personas y el cuidado de nuestra casa común; y por otro lado la posibilidad de un trabajo remunerado, las ganancias de las empresas y los impuestos que recibe el Estado. En ambos, casos hay personas que se benefician y otras que son afectadas.

3. Asumimos con el Papa Francisco, citando a San Juan Pablo 11, que: «No sería verdaderamente digno del hombre un tipo de desarrollo que no respetara y promoviera los derechos humanos, personales y sociales, económicos y políticos, incluidos los derechos de las naciones y de los pueblos» (LS, 93). Por tanto el Estado, empresas, sociedad e iglesias, tienen la obligación de buscar el bien común sobre el interés económico de grupo.

4. La calidad del aire es esencial para la vida, la salud y el trabajo de las personas. Actualmente los pasivos ambientales siguen generando impactos en la salud y el ambiente, especialmente a los niños.

5. El problema del proceso de venta del CMLO exige la adecuación de la calidad del aire a 80 ug/m3 para La Oroya, llo y Arequipa (Decreto Supremo No 006-2013 MINAM), pese a que en el resto del país la exigencia es a 20ug/m3 como nivel máximo de dióxido de azufre (Decreto Supremo No 003-2008 MINAM).

6. Las licitaciones para la venta del CMLO han quedado desiertas al no haber postores interesados. Los inversionistas, para comprar los activos de Doe Run Perú, exigen: la flexibilización laboral, modificar los Estándares de Calidad Ambiental del Aire (ECA) y la remediación de los pasivos ambientales.

7. Las exigencias ambientales no pueden flexibilizarse a favor de intereses económicos, poniendo en riesgo la salud y la vida de las personas. Asimismo, la preocupación laboral debe garantizar un trabajo digno y una justa indemnización.

8. En este marco nacional, la Iglesia, guiada por el Evangelio de la misericordia y por el amor al hombre, reconoce la importancia de las industrias extractivas y el servicio que pueden brindar a la población, a la economía y al progreso de la sociedad (cfr. LS 129).

9. Asimismo, la Iglesia no puede ser indiferente a las angustias, tristezas y preocupaciones por la falta de trabajo. Especialmente cuando se vulneran los derechos humanos y no se respetan los Estándares de Calidad Ambiental (ECAS), los Límites Máximos Permisibles (LMP) y las normativas legales vigentes. Esta situación genera daños laborales, sociales y ambientales en nuestra región Junín y de manera especifica en la ciudad de La Oroya. "Quienes sufrirán las consecuencias que nosotros tratamos de disimular recordarán esta falta de conciencia y de responsabilidad" (LS 168).

1 O. Por estos motivos, no debe pesar en la legislación peruana una visión utilitarista o economicista, sino una seria valoración técnica y ética. Esto exige un análisis real de los riesgos y de los beneficios hipotéticos de una actividad extractiva; así como su aporte al Bien Común, que "presupone el respeto a la persona humana en cuanto tal, con derechos básicos e inalienables ordenados a su desarrollo integral" (LS 157).

Por lo cual invocamos:

• Al señor Pedro Pablo Kuczynski presidente electo del Perú: el gobierno debe tener muy en cuenta el mandato constitucional: "La defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y el Estado" (Art. 1 °).

• A la empresa Doe Run Perú, a los acreedores, entre ellos el Estado Peruano: busquen el bienestar de los trabajadores y el cumplimiento de los estándares ambientales internacionales y nacionales para que así se logre una mejor calidad de vida de la población presente y futura.

• A nuestros hermanos y hermanas de La Oroya: privilegien su dignidad como personas buscando una economía que respete el desarrollo humano integral.

Al conmemorar el próximo aniversario patrio, es una oportunidad para renovar nuestro compromiso en defensa de la vida y dignidad de cada peruano y peruana, especialmente de aquellos afectados que buscan alternativas para una solución digna, saludable y justa.

La Iglesia mantiene viva la esperanza ya que "en el corazón de este mundo sigue presente el Señor de la vida que nos ama tanto. Él no nos abandona, no nos deja solos, porque se ha unido definitivamente a nuestra tierra, y su amor siempre nos lleva a encontrar nuevos caminos. Alabado sea" (LS, 245).

Arzobispado de Huancayo, 24 de julio de 2016.