DECA

Me quedaron resonando varias de las ideas que intercambiamos el martes 21 de febrero entre los delegados de los grupos convocados por Juan Carlos Townsend para tratar, entre otros puntos, el tema de la formación en la Comunidad**.

Durante los últimos años, se ha puesto en debate el tema de la laicidad del Estado entre los académicos en el Perú. Lamentablemente, este debate no ha tenido la debida repercusión en la esfera de la discusión política. De hecho, en la última campaña electoral, la cuestión de la laicidad del Estado ha estado prácticamente ausente. Se entiende que sea así, pues no es un tema popular y los políticos pierden más de lo que ganarían si lo pusiesen en la agenda.  

El viernes, a la misma hora que Donald Trump juraba su cargo en Washington, el papa Francisco concedía en el Vaticano una larga entrevista a EL PAÍS en la que pedía prudencia ante las alarmas desatadas por el nuevo presidente de Estados Unidos —“hay que ver qué hace, no podemos ser profetas de calamidades”—, aunque advertía de que, “en momentos de crisis, no funciona el discernimiento” y los pueblos buscan “salvadores” que les devuelvan la identidad “con muros y alambres”.

Como señala bien Eduardo Dargent en su columna de hoy, el año termina con una arremetida conservadora que tiene como centro, para variar, el género y la sexualidad dentro de sus preocupaciones.

El 10 de diciembre se celebra, como todos los años desde 1948, el Día de los Derechos Humanos. Ocho años antes, nacería en Lima, Gastón Garatea, sacerdote de los Sagrados Corazones y luchador por la vida y la justicia en la Comisión de la Verdad y la Reconciliación (CVR). A un país puede pasarle de todo, desde un pequeño temblor, hasta un gran cataclismo; desde un simple debate de ideas, hasta un gran conflicto armado ocasionado por las diferencias.

En tres años, el papa Francisco ha revolucionado el Vaticano. Sin embargo, a sus 80 años, se le acaba el tiempo. El siguiente paso en su hoja de ruta es pensar en un sucesor que no dé marcha atrás a sus reformas cuando él desaparezca. Ya ha nombrado a 44 cardenales 'electores' cercanos a su línea de pensamiento. Entre ellos, recientemente, el arzobispo de Madrid. Crónica de una batalla por el control de la jerarquía católica.

Por sus bodas de oro como sacerdote, Gastón Garatea abrigaba la esperanza de que, ‘como regalo’, el Arzobispado le otorgara el permiso para hacer misa en Lima, que se le retiró hace cuatro años. Aquel regalo nunca llegó, y el ex comisionado de la CVR celebrará sus 50 años de sacerdote con una misa este sábado 17 de diciembre en La Recoleta, único lugar de Lima donde puede realizarla pues pertenece a su congregación, la de los Sagrados Corazones. 

El padre Gastón Garatea Yori cumple, el próximo 17 de diciembre, 50 años como sacerdote y los celebrará con una misa en la casa de los Sagrados Corazones, su congregación.

Los cristianos iniciamos un nuevo tiempo litúrgico como un nuevo tramo de nuestro camino con Jesús. Este nuevo tramo iniciamos con el tiempo de Adviento, cuatro semanas de preparación para celebrar el nacimiento de Jesús y reafirmar nuestra esperanza en el encuentro final y definitivo con Dios. En síntesis, vivir este tiempo de Adviento es un tiempo propicio, que nosotros llamamos tiempo de gracia, para retomar la conciencia del sentido de nuestra existencia como seguimiento de Jesús, la experiencia del encuentro con su persona y el reinicio esperanzado del camino.

El pasado domingo 29 de octubre, la parroquia de Huaripampa se llenó de alegría: el Hno. Germán Huanca, natural de la entrañable Putinapunko, fue ordenado sacerdote en medio de su pueblo. El P. Hermann Wendling, con mucho cariño, invitó a los miembros de nuestra comunidad a viajar para participar en la ceremonia y ofreció el alojamiento. Sin embargo, sólo uno de nosotros pudo asistir como representante comuno: Pablo Espinoza, del grupo Siquem. A él le pedimos unas breves líneas como testimonio de esta ocasión.

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