Carlos Benavides - Sonrisa y fe inquebrantable

Carlos Benavides Simons nació en Arequipa el 27 de diciembre de 1975. Cuenta Lita, su mami, que al ser el mayor de 3 hermanos, siempre fue un niño muy reflexivo, responsable y solidario. Recuerda que cuando tenía 2 años hablaba bien y claro para su edad. Un día le estaba dando de comer; Carlos ya comía con cuchara, pero ese día comenzó a comer con la mano, a lo que ella le dijo: "Los niños usan cuchara", Carlos levantó la carita y le dijo: "Mami, ¿no sabes que los niños aprendemos poco a poco?"; ella quedó muy sorprendida por esa respuesta para un niño tan pequeño. Desde los 4 años cuidaba y entretenía a sus hermanitos de 2 y 1 año, era responsable y muy ordenado con sus juguetes. En el nido y primaria destacó por ser muy solidario, ordenado y obtener los primeros puestos en su salón. Era tan generoso que no dudaba en regalar lo suyo si es que alguien lo necesitaba. Era muy apegado a su familia, amaba mucho a sus papás y se preocupaba por demostrárselos en fechas especiales. Cuando niño, era muy alegre y le encantaba cantar (a su manera, a pesar de no ser tan afinado, pero eso nunca lo intimidó). Fue amoroso y demostrativo, pero sólo en privado, le pedía a su mamá que no fuera muy afectuosa en frente de sus amigos. Era coqueto y le encantaba bailar.

Estudió en el Colegio Isabel Flores de Oliva - CIFO y, luego de confirmarse, llegó a la Comunidad desde su pertenencia al Consejo Estudiantil de su Colegio: en 1991 -1992 se creó un grupo de líderes de los colegios amigos Recoleta, Inmaculada, Sophianum, Héctor de Cárdenas, Belén, CIFO (Carlos) y de Jesús, entre presidentes y vicepresidentes.  Trabajaron juntos muy bien organizando kermesses, jornadas de integración, pascuas juveniles, etc. Ya egresando del colegio, a fines del 92, se plantearon que querían seguir haciendo cosas juntos y, como grupo ya formado, eligieron estar en la comunidad Héctor de Cárdenas tomando el nombre de Tinkuy Marka ("punto de encuentro entre ríos"). Más adelante, el Hermano José Kuwae los invitó a crear una pequeña escuela en el pueblo joven “la Ensenada" del río Chillón. Siendo Carlos (al igual que todo el grupo)  alguien que se tomaba las cosas muy en serio, terminaron creando todo un programa preuniversitario (la academia Damián de Molokai) que duró al menos 6 años en su primera etapa.  Carlitos fue uno de los fundadores, director y profesor. Luego de dos años de largo esfuerzo, los chicos comenzaron a ingresar a universidades como la Católica, San Marcos, Senati; varios se convirtieron en profesores de la academia.  Hoy, fruto de esa academia, hay doctores, abogados, economistas y empresarios, un sin número de amigos y personas que pasaron por esas aulas.

En el año 2002, al haberse retirado varios miembros del grupo comunitario Maranatha (sólo quedaban Ricardo Híjar y Mona Espinoza), se les unió Carlos Benavides junto con Pablo Montalvan, Magaly Pedemonte y David Mena, refundando el grupo como "Maranatha Next"; más adelante se les uniría Pamela Martínez. En el grupo, Carlitos siempre se caracterizó por su sonrisa y buen humor, su gran generosidad, sus ocurrentes comentarios y sus 3 agendas (en donde anotaba en una para recordar lo de la otra, aunque olvidaba revisarlas); era muy enamoradizo de las niñas bonitas y  distraído al grado de proponer un tema a trabajar en grupo cuando se había desarrollado ese mismo día. Le encantaba ir con Renato Espinoza a comer donde la "Tía Veneno", como le decía a la señora que vendía sanguches a la vuelta de la comunidad. Pero sobre todo era un apasionado de Jesús, incansable para emprender nuevas aventuras evangelizadoras en múltiples frentes. Habiendo vivido varios meses en su querida Arequipa, donde también tuvo una intensa labor pastoral, se hizo muy amigo del P. Rafo Sánchez Concha; cada vez que venía a Lima, contaba sus aventuras y salidas nocturas. 

 A Carlos le detectaron la enfermedad de esclerosis múltiple a los 27 años. Empezó con episodios aislados de perder el equilibrio y fue avanzando poco a poco. Gradualmente tuvo que usar bastón, luego andador, más adelante silla de ruedas y, finalmente, ya no pudo salir de casa... ni de su cama. Pero jamás se le oyó renegar ni cuestionar el porqué de su diagnóstico, al contrario, su fe fue creciendo cada día más y se convirtió en animador de otros enfermos de esclerosis.

El grupo Maranatha Next vio partir varios miembros por distintos proyectos de vida y, coincidiendo en esta crisis con el grupo Jerusalén, decidieron fusionarse dando lugar al grupo “Oración”, junto a Pilar Zuñiga, Fernando Montalván y  Pepe Borea (y, más adelante, el mismo Rafo Sánchez Concha comenzó a acompañar las reuniones). Cuando la enfermedad de Carlos ya no le permitió salir, las reuniones se trasladaron a casa de los Benavides, uniéndose entonces Lucho y Lita, sus papás. 

Carlos vivió su enfermedad con indomables ganas de vivir y de pelearla desde la alegría; ello ayudó a que viviera tantos años. Finalmente, partio´a encontrarse con su Señor el 19 de noviembre del 2022. En todo el tiempo que estuvo enfermo, su fe nunca se dio por vencida, su sonrisa nunca desapareció; pensar en él es recordar que siempre se puede, que la vida se debe tomar con optimismo, que lo que no te destruye te fortalece, que el dar una sonrisa ayuda a otros y, que junto a Dios y La Virgen, siempre se puede enfrentar las dificultades y ser feliz, amando a los que nos rodean y siendo ejemplo de disfrutar la vida.