Ernesto Alayza

Ernesto Alayza Sueiro nació el 09 de junio de 1971. Hijo de Ernesto y Adelaida, fue el segundo de tres hermanos: Adelaida, su hermana mayor, y Santiago, su hermano menor. Estudió inicialmente en el colegio Inmaculada y, más adelante, en el colegio Héctor de Cárdenas; posteriormente ingresó a la Universidad San Martín para seguir la carrera de Derecho.

Se unió a la Comunidad Héctor de Cárdenas a partir de su participación en el Programa de Confirmación. Formó parte de la Iniciación 89, grupo que después tomó el nombre de Sabbath. Desde su confirmación en 1988, Ernesto demostró ser un soldado con una misión y ésa era la búsqueda incansable de Cristo en cada persona. Él mismo se autodenominó “full hungry” y no exageró, ya que esa hambre de justicia social y de defensa de los más débiles fue lo que lo marcó y motivó en su vida. Infinitas acciones, grandes y pequeñas, marcadas por ese deseo de aporar al Reino, fueron huellas imborrables en su vida terrena.

Ernesto fue de esas personas predestinadas a hacer siempre mucho más que lo que decía: el Programa de vacaciones útiles en Jerusalén, las misiones en Ayaviri, las Preparaciones en los Programas de Confirmación de los Colegios Recoleta y Belén, por mencionar sólo los principales, así lo han demostrado. Fue Coordinador General de la Comunidad durante dos períodos consecutivos, tiempo en el que se esforzó celosamente por reavivar la vivencia comunitaria, la relación entre los miembros de los distintos grupos, la asistencia a la eucaristía.

Como abogado, trabajó en asesorías, consultorías y otras labores, defendiendo en numerosas ocasiones, de manera gratuita, los casos de distintas personas que necesitaban su ayuda. Tenía una enorme sensibilidad y una capacidad de conmoverse con el sufrimiento de los demás que contrastaban con su aparente rudeza; era sumamente solidario y estaba siempre listo para luchar por todo lo que él consideraba justo, así pareciese a veces exagerado… así fue Ernesto… Ernestito, como le decían en su familia y Gordo, como le llamaban sus amigos.

Formó una hermosísima familia al lado de su adorada Vanessa y de sus hijos Gabi, Ernestito Felipe y Lucía María. Llevó todo lo mejor de sí a su vida en familia, sin por ello desconocer o ignorar su compromiso; y, cuando le tocó enfrentar su enfermedad, la combatió durante dos años con la fiereza que siempre lo caracterizó.  Fue así que el Gordo, después de todas esas bendiciones que le dio el Señor, sintió su llamado y partió a su lado el 19 de abril de 2021.