El año 2004 estuvo marcado por numerosos fallecimientos de familiares: padres, tíos, hermanos, abuelos de comunos. Naturalmente hay también nacimientos de hijos de comunos. De alguna manera, todo ello intensifica el lazo afectivo entre todos. Se fortalece el sentimiento de familia y la Misa Comunitaria se asienta nuevamente como corazón de la vida comunitaria. Los Grupos de Reflexión se reactivan en su dinámica. Lamentablemente, es también el año en que un grupo decide tomar distancia: Tinkui Marka, grupo particularmente comprometido con el quehacer político, hace público su alejamiento de la vida oficial de la Comunidad. Por otro lado, Daniel Gushiken “Micho”, asesor laico durante largo tiempo (y que luego de 17 años volvía a ser padre) renuncia a la asesoría general. Ello es ocasión de largas reflexiones sobre el perfil ideal del Coordinador General y de los Asesores Laicos.
Desde la Coordinación General se estimula intensamente la formación. A lo largo del año se dan conversatorios, charlas, fórums, lecturas, todo ello estimulando particularmente el juicio y la actitud crítica. La enfermedad y muerte del Papa Juan Pablo II y la elección de Benedicto XVI son vividos intensamente por la Comunidad en este clima reflexivo y crítico. Se pide expresamente el apoyo de dos grupos de reflexión: 197, que facilita la afiliación al Movimiento “Para que no se repita”, centrado en velar por el cumplimiento de las recomendaciones de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación; y Pucllu, que diseña y aplica una encuesta para hacer un diagnóstico de la formación. Encuentran, entre otras cosas, que el nivel de formación es muy pobre en casi todos los comunos menores de 35 años, y también que hay una tendencia a relacionar necesidad de formación con trabajar en pastoral únicamente. El grupo Siquem dirige una experiencia orante de “Itinerario de Pascua a Pentecostés”. En la misma línea, se realiza un Retiro Comunitario muy reflexivo con ayuda de un laico de las CVX. A partir de ello se reinicia contacto con la CVX y otros movimientos eclesiales, cursándose invitaciones mutuas a diversas actividades
Hay también un fuerte crecimiento en la Pastoral: luego de años vuelve a haber un programa de Confirmación, así como una preparación de Primera Comunión (en los Reyes Rojos), junto con preparaciones al Adviento para colegios nacionales y algunas actividades navideñas para zonas marginales. Ello potencia enormemente la vivencia comunitaria, lo que facilita el acercamiento de jóvenes. Se fortalece la iniciación existente y se forman dos grupos de iniciación más. Se fortalece también la cercanía con la congregación y se impulsa una mayor relación con la rama laical, planteándose incluso depender de ésta y no de los Hermanos.
