Celebración de Navidad en la Comuna

Luego de tres años, la Comunidad volvió a tener un encuentro de Navidad. Aunque la salud de Gastón y la recargada labor de los otros Hermanos hizo imposible tener una "misa de Navidad", lo que sí tuvimos fue una Liturgia de Navidad presidida por el Consejo de Hermanos, y en la que los asistentes participaron con el corazón abierto y mucha alegría.

Poco más de 20 comunos fueron llegando a la Casa el mismo domingo 25, trayendo lo que cada cual podía para el compartir. A las 7:20 pm, reunidos en la capilla, se dio inicio a la Liturgia con la introducción que hizo Giselle (recién llegadita de Chile), invitando a celebrar con gozo la Navidad y también el 222 aniversario de la Congregación, fundada en la Navidad de 1800. Siguió una liturgia del perdón presidida por Pablo, que culminó con el canto del Gloria. ¡Qué distinto se siente cuando volvemos a cantar juntos, con la guitarra, el bombo y la pandereta!  Luego de escuchar las lecturas del día, Verónica invitó a todos a compartir, siguiendo una serie de reflexiones. Luego, Juan Carlos animó a todos a renovar su fe respondiendo a las preguntas del Credo (que se cantó de inmediato) y, aludiendo al aniversario de la Congregación, invitó a renovar las promesas comunitarias. Pablo, Bruno y María Laura leyeron alternadamente un hermoso pregón de Navidad compuesto por el mismo Pablo, que terminó con el canto del Santo. Luego del Padrenuestro tomados de las manos, Verónica invitó a darnos la paz y la bendición unos a otros (lo cual se hizo con el alboroto que nos es característico) y, tras rezar en dos coros una oración de Navidad, Giselle dirigió la señal de la cruz para cantar, finalmente, la canción del Tamborilero por pedido especialísimo de Ana Teresa, quien tocó guitarra junto a Juan Carlos. Otros 8 comunos estuvieron siguiendo la liturgia por Zoom hasta que la batería del celular murió, justo cuando estaba por acabar la canción final.

Por supuesto, siguió luego el ágape, en el que no faltó dulce!!! Parecía que todos se habían puesto de acuerdo para ello. El compartir fue muy animado y los niños (probablemente debido a tanta azúcar) correteaban como locos en el  jardín. ¿Qué más se puede añadir? Gracias, Señor, gracias.