El jueves 29 de marzo, Jueves Santo, fue una fecha gozosa en la Comunidad. El Consejo de Hermanos había decidido que sería el día en que la Comunidad se juntaría a reflexionar y celebrar la Semana Santa, primero con un tiempo de reflexión sobre la Eucaristía, que le fue encargado a Pablo Espinoza; y luego la misa comunitaria, seguida de un tiempo de adoración. Se quiso, además, pasar la voz a los amigos de otras comunidades laicales ss.cc. Pero el mismo Jueves Santo, una noticia corrió como reguero de pólvora: el Cardenal Juan Luis Cipriani le había restituido a Gastón la licencia para ejercer su ministerio sacerdotal, sin ninguna restricción, en la Arquidiócesis de Lima. Ello, naturalmente, aumentó la alegría y la expectativa de la celebración comunitaria.
A partir de las 4:00 p.m. fueron llegando los comunos, que llegaron a ser casi 40. A ellos se les sumaron unos diez amigos de las Comunidades ss.cc. Seglar de Belén, Padre Eustaquio y José Kuwae, además de algunos amigos de Gastón. Y, por supuesto, una docena de entusiastas niños comunos. Pablo Espinoza inició su reflexión sobre la Eucaristía en el comedor, la cual resultó sumamente enriquecedora. Luego de eso, pasamos a la Eucaristía que, por el número de personas, debió ser abajo, en el pasillo lateral de la capilla grande. Como antes. Varios comunos antiguos se emocionaron de volver a tener en ese sitio la misa comunitaria. Terminada la celebración, María Laura invitó a todos a subir de nuevo a la Comunidad, donde tuvimos un gozoso tiempo de ágape, compartiendo bocaditos y bebidas. Finalmente, Gastón nos llevó a la capilla donde tuvimos media hora de adoración en silencio, que culminó con el rezo del Padre Nuestro.
Fue, sin duda, un Jueves Santo gozoso.
