El miércoles 1° de junio, es la Jornada Internacional por la Niñez. Respondiendo al llamado del Papa Francisco, la Comunidad invita en ese día a todos los comunos que tengan niños en sus familias (o que trabajen con niños) a dedicar un momento con ellos para unirse a la oración común por la paz que en esa fecha se ha programado para los niños sirios, tanto católicos como ortodoxos.
El siguiente texto es una propuesta para guiar este pequeño momento de oración, cuyos protagonistas son los niños.
1. Ponerse en presencia de Dios. Recordar que Él siempre está allí aunque no lo recordemos. Recordar que nos ama mucho. Luego, hacer la señal de la cruz. Se puede encender un cirio o vela.
2. Pensar en lo que más valoramos de ser niños, qué cosas disfrutamos o son buenas. Animar a los niños a decir en voz alta las cosas que les gustan: jugar, tener a sus papás, comer su comida favorita, etc. Agradecer por todo lo que se tiene.
3. Pensar en cómo es la vida de otros niños: no todos tienen la vida que quisieran. Animar a los niños a mencionar las situaciones que les da pena que tengan que vivir otros niños (vivir en la calle, no tener papás, pasar hambre…). Los adultos también pueden mencionar algunas.
4. Recordar que si Dios nos ama, debe sufrir mucho sabiendo que hay tantos niños que viven así, sin que todas las personas traten de hacer algo al respecto. Y que nosotros deberíamos tratar de poner nuestro granito de arena para construir un mundo mejor, con paz, donde todos los niños pudieran ser felices.
5. Se puede rezar en voz alta la siguiente oración, tal vez turnándose los párrafos entre todos:
Señor, Padre bueno,
en este día tan feliz para mí y para muchos,
no quiero olvidarme de todos los niños que sufren en el mundo.
Quiero pedirte por los niños enfermos,
por los niños que sufren la guerra,
por los niños de la calle,
por los niños abandonados,
por los niños sin familia,
por los niños que no pueden ir a la escuela,
por los niños que no tienen para comer,
por los niños que deben trabajar,
por todos ellos Señor, te quiero pedir en este día.
Ayúdame a ayudarlos siempre que pueda.
Que nunca me olvide que Tú estás presente
en cada niño que sufre.
Ayúdame también a vivir en paz con los que me rodean.
Que busque la paz en mi familia,
poniendo buen humor, ganas de ayudar,
comprensión para mis papás, y cariño para mis hermanos.
Que busque la paz en mi grupo de amigos,
evitando las peleas y discusiones, renunciando a las agresiones, bromas pesadas y chismes,
aprendiendo a perdonar y a aceptar el perdón de otros,
contagiando alegría y ganas de hacer cosas buenas.
Que busque la paz en todos los lugares que me encuentre,
para ser, como decía San Francisco de Asís, un verdadero instrumento de paz.
Amén
6. Se puede terminar dándose un abrazo de paz.