La tarde del domingo 25 de agosto, un delicioso aroma recorrió los jardines de Belén... en el balcón de la Comuna, el Oso estaba preparando paella para un grupo de 25 personas. Y es que el Consejo de Hermanos acordó realizar una paellada de agradecimiento para el equipo de voluntarios de Brisas de Villa, jóvenes y adultos que mes a mes se comprometen en esta tarea de formar en habilidades sociales a los niños a través del juego. Además de la paella, varias tortillas españolas hicieron de aperitivo, y varias botellas de vino se fueron descorchando conforme iban llegando los invitados (comunos y no comunos). A manera de integración, pues casi ningún voluntario conocía a la totalidad de los demás, se realizó un dinámica que resultó muy divertida al descubrirse particularidades de cada uno de los presentes...
Ya con la barriga llena, Juan Carlos hizo el agradecimiento formal a nombre de la Comunidad, tras lo cual tomaron la batuta de la reunión Karina, Tina y Jenny, tres de las cuatro líderes del proyecto (Maricruz no pudo asistir). Fueron contando la historia del voluntariado, revisando sus principios y objetivos, la dinámica que se debe seguir en cada sábado. Y luego, entre todos, fueron acordando ajustes y cambios, nombrando responsables de tareas específicas.
Fue una tarde muy provechosa y el entusiasmo fue más que evidente. Sin duda, hay Brisas de Villa para rato.
