Retiro con agentes pastorales de Laderas y Ensenada

El fin de semana de Fiestas Patrias (del viernes 26 al domingo 28) y a pedido de la Hna. Lucy, un grupo de esforzados comunos estuvieron en la Casa de Espiritualidad Hermasie Paget (Belén) encargándose del retiro para 32 agentes pastorales de distintas capillas de la Parroquia Damián de Molokai (Laderas y Ensenada). Los participantes eran todos adultos, algunos con muchos años de servicio en la parroquia en actividades tan diversas como la catequesis familiar o de jóvenes, la atención de niños con habilidades diferentes, los grupos de oración o rosario, el botiquín solidario, la Hermandad del Señor de los Milagros, la liturgia y coro, etc. El equipo a cargo del retiro estuvo formado por los ocho veteranos: de Maná: Oso, Mauricio y Tina; de Lebab: Juan Carlos y Elizabeth (quien fue con su esposo Mario); de Pucllu: Xavier; y de la Comunidad ss.cc. Nicolás Castel: Lorena Huaco.

El tema solicitado por el Consejo Parroquial fue el llamado a la santidad en la vida cotidiana. El esquema se desarrolló desde el reconocimiento de que los santos de altares no son perfectos y, además, no son los únicos llamados a la santidad, para centrarse luego en el reconocimiento de que todos estamos llamados a ser santos. Los bloques siguientes se centraron en el llamado que viene de Dios, las distintas formas que va tomando el llamado a lo largo de la vida, el peligro de "acomodarse" y ya no querer escuchar nuevos llamados, y la importancia de la comunidad como respaldo en ese camino.

Las charlas estuvieron a cargo del mismo equipo, con la excepción del sábado en la mañana, en que se contó con la presencia de Kike Vega, teólogo laico. Hubo testimonios muy importantes. María Laura (Pucllu) y Mario, esposo de Elizabeth, fueron de los primeros en brindar sus vivencias, pero hubo también oportunidad de escuchar a lo largo del retiro los testimonios de casi todos los miembros del equipo. Tina y Lorena se lucieron en la animación y la alabanza. Por supuesto, hubo sentidos momentos de oración y silencio, incluyendo una adoración nocturna y una "hora de la alegría". Rafo Sánchez-Concha y Brian Cruz estuvieron confesando el sábado en la  noche y José Serrand presidió una hermosa eucaristía el domingo en la mañana. 

No faltaron anécdotas, como cuando descubrieron que no había personal para atender a la hora de almuerzo y tuvieron que organizarse para servir la comida y atender las mesas (allí la experiencia y pericia el Oso fueron claves). O como cuando Mauricio, que no tenía previsto hablar en público (pues era encargado de logística) fue lanzado al ruedo por Xavier y terminó dando un excelente testimonio. O la visita sorpresa de César Alfaro, de la comunidad José Kuwae, quien participó en el equipo de retiro el año pasado.

Fue un fin de semana de fe y vivencia comunitaria y, como uno de los participantes lo hizo notar: "ustedes no nos acompañan como una cosa individual, nos están acompañando todos juntos, como un equipo". Testimonio de comunidad, pues.