El lunes 19 de abril, la Comunidad recibió con consternación la noticia: nuestro hermano Ernesto Alayza había partido a la casa de Dios, luego de una larga batalla contra la leucemia.
Ernesto ha sido una de las personas más queridas de la Comunidad. Detrás de una imagen de tosco, gruñón y tozudo, la generosidad de su corazón brillaba para todos. Dotado de una enorme sensibilidad hacia los menos favorecidos, participó prácticamente en todas las iniciativas pastorales de la Comunidad, a la que llegó el año 1989. Por dos años, fue Coordinador General de la Comunidad.